domingo, 14 de octubre de 2018

Protagonistas de la revolución



Cuando Marx y Engels afirmaban, hace 150 años, que “el capital no tiene patria” se referían a la ambición que hace que, algunos gobernantes, traicionen a sus propios pueblos en aras de aumentar sus fortunas.

Sin embargo, los capitales que asolan el mundo con guerras por recursos naturales, por supuesto que tienen patria; ya que sus genocidios son tan atroces que sólo les es posibles infligirlos si están poderosamente respaldados por un arsenal nuclear que intimide y disuada cualquier reacción en defensa propia.

Ésta tercera revolución industrial de la cual somos protagonistas todos los ciudadanos del mundo; es en realidad una revolución comunicacional basada en el conocimiento inmediato de los sucesos que están ocurriendo en los puntos más alejados de nuestro planeta vía internet, los celulares y las redes sociales. Ello nos sensibiliza para con los otros seres humanos que sufren guerras y pobrezas o que disfrutan sus crueldades, sometimientos y apartheid.

Cada vez somos más los internautas que le hacemos frente al estructuralismo comunicacional del poder que anunciaba Foucault: es el poder del sistema quien impone “su” verdad. Pues bien, ya no es sólo el capitalismo falaz imponiendo su pseuda “verdad” utilizando su gran andamiaje comunicacional y propagandístico; ahora tenemos las redes sociales denunciando, no sólo sus cinismos y estafas, sino, su larga historia de criminalidad.

Esta revolución comunicacional impulsada y globalizada por el mismo capitalismo en busca de más rentas, es la que le está saliendo al paso no sólo con la denuncia social, sino, con la culturización de los ciudadanos del mundo, dándoles una perspectiva de lo que sucede en sus patrias, en la historia y también en el ámbito de la política económica mundial; que no es otra cosa que el reconocimiento de los grandes intereses dinerarios que coercen las decisiones políticas de sus gobiernos domésticos en desmedro y empobrecimiento de la nación; que generan guerras para seguir expoliando a las naciones en una colonización que aún no ha terminado; sino, miremos a los jugadores del reciente campeón mundial de Fútbol, Francia; los cuales, en su mayoría, pertenecen a las 16 colonias que aún mantiene (y defiende a sangre y fuego) en el continente Africano; sin las cuales, no sería la “potencia” que es (gracias a los indignantes recortes de los PBI de aquellas naciones) sino, un país decadente y sin recursos del tercer mundo

Aquí, en esta revolución comunicacional, otra vez, las leyes del materialismo dialéctico ponen en evidencia cómo es que todo organismo lleva un antagonismo en sí mismo que le produce el desgaste y finalmente la muerte; entendiéndose por muerte, al advenimiento de un sistema diferente, con justicia social y calidad de vida; en vista de que la materia no se destruye sino, se transforma.

Esto es lo que tratamos de vislumbrar como una cuarta revolución industrial. Éste momento que combina la digitalización, la alta tecnología con medios físicos y biológicos para la mejor calidad de vida, cuidado del planeta, aprovechamiento de las energías renovables y limpias, como la eólica, solar, biomasa; el reciclado para nuevos aprovechamientos. China importa miles de toneladas de desechos para reciclarlos.

Esperemos que en esta cuarta revolución industrial, nuestros problemas ya no sean defendernos de los asaltantes de nuestras riquezas naturales o combustibles fósiles que tanto daño ecológico han causado; sino, cómo aprovechar la abundancia de energía solar o eólica de un determinado lugar para transportarlas mediante una red a otros sitios del planeta que lo necesiten; en el momento que lo necesiten. Cómo lograr aire limpio, agua limpia, tierra limpia, energía limpia. Ésos deben ser los objetivos que el ser humano y las potencias debe perseguir y no la renta, el coloniaje ni el terrible negocio de la guerra.

Con el auge e inmediatez de la internet y las redes sociales; podemos, en el mundo virtual, evidenciar las desigualdades y hacerlas cada vez más inaceptables. Como decía Marx “hacer más ignominiosa la ignominia”. Al expresar nuestros pensamientos y deseos, nuestras críticas y protestas; hermanando nuestra emociones, ya no en pulsión de muerte (parafraseando a Freud); sino, en “pulsión de vida”, de ayuda, de paz, de desarrollo, de convivencia justa y fraterna.

Entonces seremos capaces los pueblos de mirarnos y decidir qué mundo queremos, hacia dónde queremos ir: Nosotros, en medio de ésta revolución comunicacional somos capaces de aunar nuestros pensamientos y dejando el egoísmo y el endiosamiento del dinero; preferir la paz, la justicia y el bienestar común; antes que el genocidio capitalista para mayor abundancia de un grupo de magnates y sus connacionales a costa de nuestra miseria, muerte y coloniaje.

Ellos son los que, sabedores de nuestra ignorancia, nos hacen ser infraternos, racistas, arribistas, inmisericordes. Son ellos los que, con su propaganda, demonizan (o derrocan) a gobernantes que les son incómodos para su expansionismo colonialista. Nos hacen omitir que el capitalismo es un sistema lineal, que tarde o temprano, como ya sucedió (y sucede) en las guerras del mundo, nos enfrentarán unos a otros, muriendo millones de personas inocentes. ¿Por qué se dio el crack de 1929? ¿Acaso no fue por la creación y especulación de bonos que sirvieron para financiarse en la primera guerra mundial? ¿Acaso del crack del 29 no derivó en el ascenso de Hitler y el abandono del patrón oro como respaldo de la moneda por parte del Reino Unido; abandono que luego siguieron todos los bancos del planeta? Qué fue la segunda guerra mundial sino el reparto de zonas de influencia y conservación de colonias, derivando en la guerra fría.

Esta gran criminalidad, corrupción y falsedades, sólo podrán ser revertidas si cada uno de nosotros somos capaces de seguir impulsando esta revolución comunicacional para salvaguardar el medio ambiente y los recursos del planeta; nuestra relación con los sistemas de producción debe ser consecuente para hacerlos más justos, para el bienestar nuestro, si se puede, o de las futuras generaciones de todos los seres del planeta.

No hay comentarios: